Antígona como portavoz de la memoria histórica: tragedia e identidad
Resumo
En el debate, siempre vigente en Latinoamérica, sobre el rol de la memoria histórica en la configuración de nuestra identidad colectiva, el teatro adquiere una importancia fundamental por su capacidad de proponer lecturas transformadoras del presente y del pasado que ponen el acento en el carácter procesual, en permanente reconstrucción, de la memoria. Si la Antígona furiosa de Griselda Gambaro asume, desde la alegoría y la parodia, el reclamo de las Madres de Plaza de Mayo hasta convertirse ella misma en una desaparecida, la Antígona Oriental de Marianella Morena resemantiza la tragedia sofóclea a partir de la experiencia real de ex- presas políticas, hijas y exiliadas de la dictadura militar uruguaya. Desde los parámetros del denominado “teatro documental” se pone al teatro en vínculo con la noción de “historia” a través de la vivencia, del documento y el testimonio. La heroína tebana aparece, en ambos casos, como portavoz de una memoria contrahegemónica, construida por múltiples voces: la de los ausentes, la de los sobrevivientes, la de los testigos. Voces cuestionadoras y deconstructoras del discurso institucional de la historia, que unifica y totaliza la experiencia del pasado. Pero al mismo tiempo asume una lucha encarnizada contra la supresión de la memoria y contra el silencio cómplice, interpelando a la misma sociedad que clama “nunca más” y exige justicia. El mito clásico, atravesado por un hecho histórico traumático, como el terrorismo de Estado en Latinoamérica, despliega nuevos sentidos territorializados. Indagaremos en los modos en que ambas piezas abordan la problemática de los desaparecidos, la represión y la violencia institucional, como así también en su tratamiento estético y en sus concepciones poéticas.
Direitos de Autor (c) 2025 Silvina Díaz

Este trabalho está licenciado com uma Licença Creative Commons - Atribuição 4.0 Internacional.




