Danzig – Gdańsk: la compleja relación de los desplazados alemanes con su “patria perdida” tras 1945

  • Juan Manuel Martín Martín Universidad de Salamanca
Palavras-chave: Günter Grass, Refugiados, II Guerra Mundial, Memoria colectiva, Patria perdida, Danzig

Resumo

Los millones de alemanes que fueron expulsados de sus regiones de origen al final de la II Guerra Mundial establecieron una particular relación con aquellos territorios. Conscientes en la mayoría de los casos de que el retorno era imposible por la nueva coyuntura geopolítica, muchos se conformaron con llevar a cabo viajes a su antigua patria que sirvieron para alimentar su nostalgia, así como para corroborar o desmontar una idea mitificada que habían construido.El recuerdo del pasado que tienen los desplazados se corresponde frecuentemente con una imagen idealizada que olvida el modo en que las circunstancias se fueron deteriorando desde 1933, como si hasta la derrota final nada allí hubiera alterado su rutina serena. No da muestras de esta descontextualización el escritor Günter Grass, él mismo originario de Danzig y convertido en desplazado: en su obra incluye reiteradamente este aspecto tan determinante para millones de sus compatriotas. Particularmente a partir de 1990, con los cambios que experimenta Europa tras el fin de la Guerra Fría, abordará la cuestión de una manera más explícita, entre otras en su novela Malos presagios, donde plantea de forma irónica el derecho de cualquier europeo a ser enterrado en la patria de la que hubiera sido expulsado. Precisamente, los cementerios alemanes en Polonia representan una prueba fehaciente de que en otro tiempo gentes diferentes habían habitado allí, así como un puente para los desplazados y sus descendientes hacia la tierra que pervive en la memoria.

Publicado
2019-04-17